El Gobierno despide a todos los empleados de las ‘embajadas’ catalanas salvo la de Bruselas
El Ministerio de Asuntos Exteriores, al amparo del 155, ha dado el golpe de gracia a las ‘embajadas’ que la Generalitat catalana tenía abiertas por todo el mundo bajo la dirección de Raül Romeva. El próximo 31 de diciembre, todo el personal habrá sido despedido y las oficinas serán cerradas de facto.
El secretario general del Departamento de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, Aleix Villatoro , ha enviado una carta a los trabajadores donde los comunica la decisión del ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis. Las medidas aprobadas en aplicación del 155 ya habían suprimido las funciones de todas las delegaciones exteriores excepto la de Bruselas. Con la decisión de ahora, el entramado de la Generalitat en el exterior habrá quedado desmantelado.
En la carta enviada por el ministro español, se comunica que cada delegación sólo quedará una persona con funciones de ‘liquidadora’. La delegación de Bruselas no se ha visto afectada porque en la capital europea hay oficinas de todas las comunidades autónomas.
La Generalitat tenía 14 ‘embajadas’ abiertas (Washington, Londres, París, Berlín, Viena, Lisboa, Ginebra, Marruecos, Dubai…) y pretendía abrir otras en Croacia, Polonia, Dinamarca y Suiza. El presupuesto del servicio exterior de Cataluña era de 18 millones de euros en 2016, pero el Govern preveía incrementarlo hasta 35 millones. Disponía de 78 personas contratadas, 54 de ellas con la categoría de alta dirección.
No todos los trabajadores despedidos son funcionarios, puesto que las delegaciones tenían autonomía financiera para contratar personal de acuerdo con el régimen laboral del país donde estaban.